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El uso de la Inteligencia Artificial (IA) en el sector sanitario ya es una realidad en muchos ámbitos. Sin embargo, pese a su gran potencial para transformar la Sanidad, su implementación aún plantea algunos retos, que van desde la validación continua a la gestión del riesgo. Para hablar sobre ello, representantes de todo el ecosistema sanitario se han citado en la jornada ‘IA en Sanidad: el marcado CE como garantía para el paciente’, organizada por la Federación Española de Empresas de Tecnología Sanitaria, Fenin.
Durante el encuentro se han expuesto diversos casos de éxito en el desarrollo de la salud digital y la IA en Sanidad por parte de administraciones e industria. En este sentido, Joaquín Velilla, director de Salud Digital e Infraestructuras de la Consejería de Sanidad de Aragón, ha desgranado el Plan Estratégico de Salud Digital 2025-2029 impulsado por el Gobierno regional, en el que se recogen diversos proyectos relacionados con la implementación de la IA.
Velilla ha explicado que Aragón ha identificado la necesidad de contar con una Dirección General de Salud Digital y ya ha incorporado 34 algoritmos de IA en el ámbito sanitario. “Esta transformación se enmarca en el Plan Estratégico de Salud Digital 2025-2029, sustentado en valores y principios orientados a optimizar la gestión sanitaria, mejorar la toma de decisiones y reforzar las competencias digitales de todos los actores del sistema”. A continuación, ha subrayado que “la visión del plan apuesta por un sistema sanitario innovador y sostenible, capaz de aprovechar la tecnología y la digitalización para ofrecer una atención integrada, proactiva y de máxima calidad, con un enfoque centrado en las personas”. Para ello, ha explicado, se establecen cinco grandes objetivos: una gestión inteligente y segura de la información; la optimización de la eficiencia operativa mediante herramientas adaptadas a los retos presentes y futuros; el fomento de la innovación; la promoción de la salud poblacional y multicanal; y el refuerzo de las competencias digitales y la interoperabilidad.
En su ponencia, Velilla ha recordado que “la medicina ha evolucionado desde un modelo basado en signos y síntomas hacia la medicina basada en la evidencia, y ahora avanza hacia una medicina personalizada basada en algoritmos“. En julio de 2025 se aprobó la gobernanza y la política de uso de la IA en Aragón. No obstante, señaló que los sistemas informativos siguen siendo obsoletos y que será necesario actualizarlos para integrar la IA de forma efectiva en el trabajo de los profesionales. Además, advirtió que la IA sigue siendo costosa y presenta desafíos técnicos, legales y de implementación.
El primer caso mencionado por Velilla ha sido la herramienta TuCitaSalud, actualmente operativa en los hospitales de Barbastro y Huesca, genera unos 1.600 avisos semanales, con una media de 24 cancelaciones (huecos liberados) y 48 peticiones de cambio de día que, en algunos casos, podrían haber derivado en absentismo. El experto ha anunciado que “la Fase dos del proyecto contempla que la herramienta pueda anular y modificar citas de manera autónoma, así como ocupar huecos libres” y que “en la Fase tres se prevé desarrollar una aplicación para configurar agendas, mensajes y periodicidades, además de un cuadro de mandos para hacer seguimiento”.
Seguidamente, ha presentado Salud-GPT, basado en la tecnología DxGPT, como herramienta de apoyo diagnóstico en la historia clínica. En este punto, ha indicado que el uso está equilibrado, ya que “el 44% de las interacciones corresponde a casos clínicos reales y el 48% a consultas formativas o de apoyo profesional”. “La satisfacción de los clínicos se sitúa en 4,5 sobre 5, con predominio de valoraciones máximas y más de 160 especialidades utilizaron la herramienta en un mes, especialmente Atención Primaria, Medicina Interna, Neurología, Reumatología, Rehabilitación y Urología”, ha admitido.
Entre las oportunidades, ha destacado, la consolidación del uso en diagnóstico clínico —principal valor añadido por su rapidez y fiabilidad— y la ampliación de su vertiente formativa. “Como próximos pasos, se prevé reforzar la comunicación y formación para explicar sus limitaciones y diferencias respecto a ChatGPT (privacidad, manejo de datos clínicos, prompts dirigidos, etc.) para evitar el elevado volumen de consultas clasificadas como “Otros” y mejorar la adopción y el uso consistente de la herramienta”, ha indicado.
Otra de las aplicaciones puestas en marcha ha sido la relacionada con el rediseño del modelo asistencial con IA. En este punto, Aragón ha implementado la IA para la transcripción automática y la interpretación del diálogo médico-paciente. Por último, Velilla ha señalado que las soluciones comerciales actuales presentan las siguientes debilidades: casos de uso dirigidos por la industria y no por necesidades reales, herramientas preconstruidas que fuerzan la adaptación de los procesos, estrategias lideradas por el mercado y no integradas con los sistemas internos, debilidad en el control de costes, falta de gobernanza efectiva y resistencia al cambio, además de la necesidad de formación. De cara al futuro, ha expresado que “Aragón trabaja en un sistema que permita recoger y coordinar toda la actividad relacionada con la IA”.
Por otro lado, como ejemplos desarrollados por la industria, GE HealthCare y Tucuvi han presentado sus proyectos y soluciones basadas en IA que ya se aplican en la atención sanitaria en diagnóstico y seguimiento, respectivamente (en el caso de la primera, en un proyecto conjunto con la Consejería de Sanidad de Comunidad Valenciana). En representación de la primera compañía, Óscar Martín, account development manager Iberia de GE HealthCare, ha explicado que el proyecto que llevaron a cabo con la Consejería de Sanidad de la Comunidad Valenciana venía de un problema que afecta a todo el país: no hay suficientes radiólogos para cubrir la demanda actual.
Por tanto, ha subrayado que “para buscar soluciones al revés, la Consejería se planteó utilizar la IA como eje transformador”. Una vez identificado, ha explicado que se plantearon qué hacer con el algoritmo. “Lo primero fue dotarles de un orquestador de IA para preparar al sistema”, ha dicho Martín.
Por su parte, Clara Soler, responsable de Calidad y Regulatorio de Tucuvi, ha indicado que ofrecen un producto que hace llamadas automáticas a pacientes. A continuación, ha expuesto que cuentan con ‘LOLA’, un agente de voz de IA que permite realizar un seguimiento personalizado y continuo a los pacientes desde sus hogares. “‘LOLA’ no es una persona real, pero es capaz de transmitir cercanía y empatía, escuchando al paciente, conversando y haciéndole unas preguntas sobre su estado de salud, incluyendo signos y síntomas de su patología respiratoria, con el objeto de detectar cualquier síntoma o cambio a tiempo y comunicárselo al profesional sanitario“, ha dicho.
En relación con los desafíos identificados por ambos, Soler ha explicado que obtener “el marcado CE no es sencillo, ya que primero se obtiene la licencia de la AEMPS y posteriormente se completa el proceso de MDR con un organismo notificado, que en nuestro caso duró casi dos años debido a la necesidad de demostrar el funcionamiento y el beneficio clínico en pacientes”. Por ello, ha subrayado que “es un proceso largo y costoso, que requiere además un sistema de gestión de calidad empresarial”.
Martín ha añadido que la legislación “siempre va por detrás y, aunque debe garantizar la seguridad, no debería convertirse en un freno”. Considera que “muchas exigencias están pendientes de definir cómo llevarse a la práctica” y ha insistido en “la necesidad de un marco común para que las empresas sepan cómo aplicar los requisitos de manera operativa”.
El análisis del marco normativo en torno a la implementación de la IA en Sanidad ha corrido a cargo de Margarita Martín López, jefa de Área de Control de Mercado de Productos Sanitarios DIV de la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), y cómo se supervisa desde esta agencia reguladora su correcta aplicación. La representante de la AEMPS ha señalado la importancia de que los desarrolladores de soluciones digitales que incorporan IA “tengan claro cuándo se considera producto sanitario, se clasifique, y cumplir así con todas las garantías sanitarias” y ha señalado algunas de las novedades que introducen los reglamentos de IA, como es el caso de la figura del “responsable de despliegue” de la solución en el centro sanitario. Asimismo, respecto a la posible fabricación “in house” por hospitales y centros sanitarios de soluciones de IA cuando no existen alternativas comerciales, Martín López ha recordado que, “en todo caso, deben seguir los mismos procedimientos y certificaciones exigidos para las soluciones comerciales”.
Respecto a la aplicación de la IA en Medicina, Josep Munuera, jefe de Diagnóstico por Imagen del Hospital Sant Pau de Barcelona y experto en tecnologías digitales aplicadas a la salud, ha valorado la importancia de la IA como apoyo a las decisiones clínicas y el descubrimiento de incidentes accidentales, entre otras ventajas. “Los modelos de IA más maduros son los que han trabajado sobre señales: radiología, cardiología, oftalmología…”, ha ejemplificado. En el caso concreto del Hospital Sant Pau de Barcelona, ya se aplica un programa de IA con dos principales ramificaciones: IA operativa e IA clínica.
Fuente: El Global Farma
