Madrid ha obtenido la máxima puntuación con 86 puntos sobre 100, seguida de cerca por el País Vasco con 84 puntos y Andalucía con 81, son las tres comunidades autónomas que lideran la eficiencia y la transformación en el conjunto del Sistema Nacional de Salud. Así lo asegura el Instituto Coordenadas de Gobernanza y Economía Aplicadas en su último Índice Ejecutivo de Grandes Sistemas Sanitarios Autonómicos, que evalúa a los sistemas territoriales en comunidades con población superior a dos millones de habitantes.
El informe analiza su eficiencia en el gasto, capacidad hospitalaria, innovación y capacidad de transformación del sistema. El informe pone énfasis en cómo los sistemas sanitarios combinan recursos, innovación y adaptación a nuevos retos.
Para Jesús Sánchez Lambás, vicepresidente ejecutivo del Instituto Coordenadas, “las comunidades que lideran el ranking han integrado estos desafíos en su estrategia, logrando un equilibrio entre eficiencia, innovación y transformación. No obstante, el camino hacia la mejora continua es largo y requiere un esfuerzo sostenido en el tiempo a nivel nacional para asegurar que todos los sistemas sanitarios autonómicos avancen hacia la excelencia”.
La Comunidad de Madrid (86 puntos), es según el informe “un modelo de eficiencia en un entorno de población complejo” impulsado por Fátima Matute, consejera de sanidad. Madrid lidera el ranking “por su impresionante red de hospitales de alta complejidad, especialmente en áreas como oncología, trasplantes y cardiología”. La comunidad, según el estudio “ se distingue por su énfasis en la investigación biomédica y su capacidad para atraer talento, que la coloca en una posición privilegiada dentro del sistema sanitario español. El modelo de colaboración público-privada ha sido clave en la creación de un sistema sanitario eficiente y flexible, optimizando recursos y mejorando la calidad de los servicios sin sobrecargar el presupuesto público, una estrategia impulsada por Fátima Matute, consejera de Sanidad de la Comunidad de Madrid.”
El sistema sanitario madrileño también ha destacado por su agilidad en la incorporación de tecnologías de vanguardia, como la telemedicina y la inteligencia artificial, para agilizar procesos y mejorar la atención al paciente. A lo largo de los años, “ha demostrado ser capaz de ofrecer resultados comparables a los de los grandes sistemas sanitarios europeos, con una capacidad única para adaptarse a los cambios y afrontar los retos del entorno sanitario. Esta combinación de eficiencia y alta complejidad la sitúa como referente para otros sistemas regionales en Europa”.
Por su parte, País Vasco (84 puntos), modelo equilibrado, bien financiado y ha mantenido su posición en el segundo puesto del ranking, destacando por su sistema de financiación robusto y equilibrado, “que le permite mantener una excelente dotación de profesionales sanitarios y una elevada satisfacción ciudadana”. La región “se caracteriza por un modelo sanitario que prioriza la equidad en el acceso a la salud y la alta calidad en la atención, con un gran esfuerzo para la cohesión territorial que asegura que tanto las zonas urbanas como rurales reciban servicios adecuados”.
La eficiencia en la gestión y la innovación en los modelos de atención también son puntos fuertes del sistema vasco. “Su sólida infraestructura hospitalaria ha sido determinante para un excelente desempeño en el ranking. Aunque el País Vasco presenta una estructura más pequeña en comparación con Madrid, su enfoque en la optimización de recursos y su éxito en la integración de la atención primaria con la especializada lo colocan como un modelo sanitario de referencia en España”.
El tercer puesto del podio lo ocupa Andalucía (81 puntos), “con un modelo en transformación, a pesar de su gran tamaño y complejidad”.
Andalucía ha logrado posicionarse en el tercer lugar gracias a un “proceso constante de transformación y mejora en los últimos años. La comunidad ha invertido considerablemente en reformas organizativas, digitalización e infraestructura sanitaria, con el objetivo de modernizar su sistema y adaptarlo a las nuevas necesidades de la población. La gran escala de su red de hospitales y centros de salud con dimensiones territoriales y de población extremas ha representado un reto, pero Andalucía ha sabido gestionar su vasto territorio para mejorar el acceso y la calidad de la atención con gran capilaridad”, asegura el informe.
El informe también subraya la fortaleza de Cataluña y Castilla-La Mancha, que completan el top 5 con 80 y 78 puntos respectivamente.
En Cataluña (80 puntos), modelo en investigación e innovación. La comunidad “destaca por su impresionante red de hospitales de alta calidad y su liderazgo en investigación biomédica, con centros como el Hospital Clínic de Barcelona a la vanguardia en innovación”. La región, con Olga Pané a la cabeza del área de salud, ha sido clave en el desarrollo de la medicina de precisión y la integración de nuevas tecnologías, pero enfrenta desafíos relacionados con la distribución equitativa de servicios en sus zonas rurales y desfavorecidas.
Por su parte Castilla-La Mancha (78 puntos), “ha logrado avances notables en la cohesión territorial, con un sistema que integra eficazmente la atención primaria y hospitalaria. La digitalización y la mejora de infraestructuras en áreas alejadas de los grandes centros urbanos han sido fundamentales para asegurar el acceso a servicios de salud en todo su territorio, a pesar de los desafíos derivados de su alta dispersión territorial”.
A pesar de sus fortalezas, las 12 comunidades restantes, ha juicio del informe “no han alcanzado el nivel de los cinco primeros puestos. Esto se debe a varios factores estructurales que dificultan su inclusión en la élite del ranking”.
En primer lugar comunidades como Navarra, La Rioja, Cantabria, Asturias, Extremadura y Baleares tienen poblaciones más pequeñas y estructuras sanitarias más compactas. Aunque gestionan bien los recursos en áreas como satisfacción y tiempos de espera, carecen de redes hospitalarias de alta complejidad necesarias para competir en términos de innovación y transformación.
Menor capacidad de innovación y menor peso en la I+D biomédica: Aragón, Galicia, Murcia y Castilla y León tienen hospitales sólidos, pero no concentran la investigación clínica ni la biotecnología necesarias para alcanzar el nivel de innovación de Madrid, Cataluña o País Vasco.
Sistemas en transición con retos de modernización pendientes: Regiones como Comunidad Valenciana, Murcia, Galicia y Baleares enfrentan retos estructurales como listas de espera persistentes, infraestructuras desiguales y procesos de digitalización incompletos. Aunque están en proceso de transformación, aún no alcanzan la intensidad, escala ni impacto de los sistemas líderes.
Déficit en eficiencia o cohesión territorial: Comunidades como Galicia, Castilla y León, Aragón y Extremadura tienen desafíos operativos debido a la dispersión territorial y la dificultad para mantener altos niveles de actividad especializada en zonas rurales.
Desafíos del entorno sanitario: Adaptación, Innovación y Transformación
El análisis del IEGSA pone en evidencia los desafíos clave que enfrentan los sistemas sanitarios autonómicos, relacionados con la adaptación, la innovación y la transformación:
Adaptación a nuevas realidades demográficas y epidemiológicas: El envejecimiento de la población y el aumento de enfermedades crónicas exigen una atención más personalizada y accesible, especialmente en zonas rurales. La telemedicina y la mejora de la atención primaria son fundamentales para abordar estas necesidades.
Innovación tecnológica y en modelos de gestión: La integración de nuevas tecnologías médicas, como la inteligencia artificial y la medicina de precisión, es esencial para mejorar la eficiencia y calidad. Sin embargo, las comunidades deben superar barreras tecnológicas y culturales para implementar estas innovaciones de manera efectiva.
Transformación organizativa y digitalización: Aunque se han logrado avances, muchos sistemas autonómicos aún enfrentan retos en la digitalización completa del sistema sanitario, la interoperabilidad y la integración de servicios.
Sostenibilidad financiera y eficiencia en el gasto: El control del gasto sanitario y la eficiencia operativa son esenciales en un contexto de recursos limitados. Modelos mixtos de gestión y colaboración público-privada son clave para mejorar la eficiencia sin sacrificar la calidad del servicio.
Cohesión territorial y accesibilidad equitativa: La disparidad entre zonas urbanas y rurales sigue siendo un desafío. Las comunidades deben garantizar que todos los ciudadanos, independientemente de su ubicación, tengan acceso a unasalud de calidad.
La metodología del IEGSA otorga especial relevancia a cuatro dimensiones clave: Eficiencia del gasto (35%): Evalúa los resultados obtenidos con recursos limitados, el control de listas de espera y la organización de la red sanitaria. Capacidad e innovación hospitalaria (25%): Mide el grado de innovación en la atención hospitalaria, la dotación tecnológica y la atracción de talento. Transformación y mejora (20%): Analiza la evolución del sistema entre 2010 y 2024 en términos de accesibilidad, digitalización y reformas organizativas.
Cohesión territorial y accesibilidad (20%): Evalúa la equidad en la cobertura sanitaria en zonas desfavorecidas y los tiempos de acceso.
Fuente: Diario Farma
