En BioSpain 2025, celebrado entre los días 7 y 9 de octubre en Barcelona bajo el lema `Global crossroads, local vibes' (Cruces globales, vibras locales), se mostraron las últimas innovaciones en biotecnología y Ciencias de la Vida a nivel nacional e internacional. Fue también el escenario elegido para abordar la implementación de la Estrategia del Gobierno para la Industria Farmacéutica. La ponencia titulada `Plan para Sinergias. Implementación de la Estrategia del Gobierno Español para la Industria Farmacéutica' reunió a representantes institucionales y líderes del sector para analizar los avances, retos y oportunidades que plantea este ambicioso plan.
La Estrategia, aprobada hace un año, ha supuesto un cambio de paradigma al ser concebida como una política de Estado de carácter transversal, que ha implicado a cinco ministerios -Sanidad, Hacienda, Industria, Ciencia y Economía- y ha contado con la participación activa de las principales asociaciones del sector farmacéutico. No se trata solo de un documento técnico, sino de un ejercicio de concertación que persigue posicionar a España como un polo de referencia en investigación, producción e innovación farmacéutica, con un fuerte arraigo en el sistema público de salud.
Enfoque transversal
Durante la sesión, Javier Padilla, secretario de Estado de Sanidad, explicó el enfoque estructural que ha guiado el diseño de la Estrategia: "Hemos logrado reunir a cinco ministerios en torno a un mismo objetivo, algo que no es frecuente y que demuestra el compromiso del Estado con la industria farmacéutica como motor de desarrollo".
Asimismo, destacó la importancia de transformar la lógica relacional entre sector público y privado, ya que "uno de los objetivos principales era superar la relación cliente-proveedor entre instituciones y empresas, y avanzar hacia un modelo de colaboración que reconozca el papel de ambos en todo el ciclo de vida del medicamento".
En este sentido, subrayó la voluntad de construir un entorno de diálogo estable y predictible porque "hoy en día, las reuniones del comité de seguimiento de la estrategia no solo son habituales, sino que son esperadas por las compañías y por la propia administración".
Visión compartida para un futuro sostenible
Por su parte, Fina Lladós, presidenta de Farmaindustria y directora general de Amgen España, valoró la Estrategia como un ejemplo de colaboración público-privada que sienta las bases para el futuro del sector. "Estoy especialmente agradecida por la organización de esta mesa, porque representa la oportunidad de hablar de algo que realmente está ocurriendo en nuestro país", señaló.
La experta puso énfasis en el carácter holístico de la estrategia, expresando que "el enfoque integral del Gobierno, liderado por el Ministerio de Sanidad e involucrando a otros ministerios y asociaciones empresariales, es algo verdaderamente único". A su vez, reconoció el clima de confianza generado en el proceso, debido a que "más allá del contenido del documento, lo más relevante ha sido el diálogo y la confianza que hemos construido entre todos los actores implicados".
Desde su doble perspectiva como líder empresarial y representante del sector, incidió en que la estrategia no se limita a fomentar la I+D de forma abstracta, sino que busca su aplicación práctica. "La investigación y el desarrollo no tienen valor por sí mismos si no se traducen en beneficio para el paciente, en acceso a la innovación y en oportunidades reales para los investigadores", sostuvo.
Del mismo modo, recordó cómo "durante la pandemia, quedó claro que necesitábamos reforzar nuestra autonomía estratégica", añadiendo que "ahora, gracias a esta estrategia, se están dando pasos muy concretos, como el relanzamiento del plan Pro-Farma".
"El Pro-Farma lanza una señal clara: queremos que inviertan aquí, tenemos los incentivos y el entorno necesario", afirmó, en referencia a las medidas fiscales y regulatorias dirigidas a fomentar la inversión industrial y la innovación en España.
Fortalezas del ecosistema científico español
Desde el ámbito científico, Marina Pollán, directora general del Instituto de Salud Carlos III, definió la estrategia como un "punto de encuentro" entre ciencia, política e industria. "El principal activo para impulsar el pilar de investigación es el ecosistema científico integrado en nuestro sistema nacional de salud", aseguró.
La especialista repasó las infraestructuras científicas que sustentan este ecosistema, como los centros de excelencia Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO), Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y Centro de Investigación de Enfermedades Neurológicas (CIEN), o la red del Centro de Investigación Biomédica en Red (CIBER), que agrupa más de 500 grupos de investigación en 13 áreas. De esta forma, mencionó que "el objetivo de estas estructuras es generar programas más ambiciosos, acelerar la transferencia de resultados y transformar el sistema sanitario".
Por otro lado, destacó la alta participación de la ciudadanía en la investigación clínica como una ventaja diferencial. "En los grandes estudios internacionales, España registra tasas de participación del 30% al 40%, frente al 18% de países como Alemania. Esto demuestra que la población española confía en la ciencia y está motivada para colaborar", detalló.
En cuanto al atractivo para inversores y compañías internacionales, comentó que "España ofrece un entorno ecológico excelente para la ciencia, con redes consolidadas, plataformas de apoyo a ensayos clínicos y un fuerte compromiso institucional".
Estrategia con proyección europea
Padilla también abordó el papel de España en el contexto europeo, destacando la presencia creciente de altos cargos españoles en organismos comunitarios clave. "Hoy tenemos directores generales españoles con roles muy relevantes en agencias europeas de medicamentos y reembolso", indicó, subrayando el peso creciente de España en la definición de políticas comunitarias.
Mencionó, además, cómo el proceso de diálogo ha influido en reformas legislativas concretas. "Cuando publicamos el borrador de la nueva ley de medicamentos, recibimos observaciones del sector respecto al sistema de precios. Nos hicimos eco de esas preocupaciones y lo adaptamos para preservar la autonomía estratégica y ofrecer mayor previsibilidad", expuso.
Predicción, transparencia y coherencia normativa
Uno de los mensajes centrales de la intervención del secretario de Estado de Sanidad fue el compromiso con la coherencia normativa. "No estamos improvisando. Todo lo que hacemos ha sido previamente dialogado y consensuado. Tenemos un portafolio de decisiones en el que las empresas pueden confiar", declaró.
A modo de resumen, enumeró cinco elementos clave que España ofrece al sector farmacéutico: un sistema de salud universal e integrado, un entorno de diálogo abierto y estable, honestidad institucional, capacidad de respuesta rápida y un marco regulador predecible. "La estrategia nacional debe ser vista como un espacio donde instituciones y empresas se entienden mutuamente, y donde se articulan políticas de largo plazo", concluyó.
Una oportunidad histórica para España y Europa
El consenso entre los ponentes fue claro: España se encuentra en una posición privilegiada para convertirse en un hub de innovación, producción e investigación biomédica. La Estrategia del Gobierno no es solo una declaración de intenciones, sino una estructura operativa que ya está dando frutos. Tal y como resumió Lladós, "estamos probablemente en uno de los momentos más emocionantes de las últimas dos décadas para la industria farmacéutica en España".
Desde el ámbito científico, institucional y empresarial, se reiteró la idea de que esta es una oportunidad histórica que no debe desaprovecharse. El país cuenta con talento, infraestructuras, un sistema sanitario sólido y un gobierno comprometido. Ahora, con una estrategia clara y compartida, tiene también un rumbo definido.
Fuente: IM Médico