El nuevo consejero delegado de Novo Nordisk, Mike Doustdar, acaba de tomar la primera decisión drástica. La compañía danesa, fabricante de populares medicamentos contra la diabetes y la obesidad como Ozempic y Wegoby, ha anunciado que reducirá su plantilla en 9.000 personas, dentro de una reestructuración global. La cifra supone algo más del 11% de la actual plantilla del grupo nórdico, que ronda los 78.400 trabajadores.
Dinamarca será el mercado más afectado de esta reestructuración, con cerca de 5.000 despidos. El ajuste podría tener repercusiones macroeconómicas en país nórdico. De hecho, Dinamarca tiene una de las tasas de paro más bajas del mundo, con un 2,9%. La última vez que Novo llevó a cabo despidos masivos fue en septiembre de 2016. Entonces, la compañía recortó su fuerza laboral un 2,4%, afectando a cerca de 1.000 empleados en total.
Con este nuevo movimiento, la empresa prevé reducir costes en cerca de 8.000 millones de coronas danesas (unos 1.070 millones de euros) al año. En un comunicado, la farmacéutica ha señalado que la reducción afectará a personal de todos los departamentos, incluidas las áreas de personal y las funciones de la sede central.
Novo Nordisk ha afirmado que los ahorros se redirigirán a oportunidades de crecimiento en diabetes y obesidad, incluidas nuevas iniciativas de ejecución comercial y programas de investigación y desarrollo (I+D). Ahora bien, la mayor parte de los afectados estará vinculada a personal de back-office y de apoyo. Entre los objetivos de la compañía con esta reestructuración figura la mejora de la agilidad y la toma de decisiones. Así, la estrategia del nuevo CEO se enfocará en el regreso de los trabajadores a la oficina, una toma de decisiones más rápida y la reducción drástica del personal de apoyo y cargos medios.
El mercado ha recibido el anuncio de forma positiva, y las acciones se han revalorizado un 3,68%. Ahora bien, el grupo acumula un duro castigo en Bolsa en los últimos meses, como consecuencia de las dudas sobre la estrategia y la pérdida de cuota de mercado frente a los competidores. Desde principios de año, los títulos de la farmacéutica nórdica, otrora estrella europea de los mercados financieros, se dejan un 43%; en los últimos 12 meses, la caída es del 60%. Entre los analistas hay una cierta coincidencia en la necesidad de que Novo Nordisk convenza al mercado de que su estrategia es la correcta, como vía para la recuperación del precio de las acciones en Bolsa. De momento, el escepticismo se va a mantener hasta que la compañía demuestre que su plan de negocio se esté cumpliendo.
El ajuste de plantilla llega poco después de que el fabricante de Ozempic anunciara en el mes de agosto una congelación de las nuevas contrataciones en puestos que no fueran críticos para su negocio.
Durante los últimos tiempos, Novo Nordisk ha afrontado un endurecimiento de la competencia por parte de distintas compañías, entre las que destaca su gran rival estadounidense Eli Lilly, que están desarrollando medicamentos a un precio menor.
“Nuestros mercados están evolucionando, especialmente el de la obesidad, ya que se ha vuelto más competitivo y está orientado al consumidor. Nuestra empresa también debe evolucionar”, dijo Mike Doustdar, quien sucedió hace pocas semanas a Lars Fruergaard Jørgensen al frente de la empresa.
El consejero delegado señaló que “esto significa inculcar una cultura centrada en el rendimiento, implementar nuestros recursos de forma cada vez más eficaz y priorizar la inversión donde tenga mayor impacto, en nuestras áreas terapéuticas líderes”.
Según ha explicado Novo Nordisk, la transformación conllevará unos costes de reestructuración netos extraordinarios por el citado importe de 8.000 millones de coronas danesas, incluyendo las cargas financieras por deterioro. En este sentido, Novo Nordisk prevé un impacto negativo extraordinario estimado de aproximadamente seis puntos porcentuales en el crecimiento del beneficio operativo anual en 2025, frente a las perspectivas de beneficio operativo publicadas el 6 de agosto.
La farmacéutica reportó un incremento del 18% en las ventas del segundo trimestre, si bien por debajo de las previsiones del mercado. En el primer semestre, las ventas subieron un 16% reportado y un 18% a tipo constante, hasta 154.944 millones de coronas (unos 20.761 millones de euros). La farmacéutica danesa registró un beneficio neto de 55.537 millones de coronas (unos 7.441 millones de euros), cifra que supone un incremento del 22,2%. Pese a la mejora, Novo Nordisk no ha logrado salir de la crisis bursátil.
Fuente: Cinco Días