La ministra de Sanidad, Mónica García, publicó ayer en su cuenta de X que el Ministerio está trabajando para ultimar el Real Decreto (RD) de Evaluación de Tecnologías Sanitarias. “Vamos a regular la participación de profesionales que cobran de la industria farmacéutica en la toma de decisiones clave para la sanidad pública. Estamos ultimando el Real Decreto para una financiación de medicamentos más transparente y libre de sesgos”, explicó García en su mensaje, dejando claro la deriva de la nueva legislación.
Este Real Decreto tiene como objetivo establecer las bases para una nueva regulación de la evaluación de las tecnologías sanitarias en España. Con ello, se busca desde el Ministerio la independencia en las decisiones sanitarias, especialmente en lo que respecta a los actores del sector farmacéutico. En este sentido, la normativa en cuestión no es nueva en cuanto al concepto, ya que existe una legislación europea que regula la evaluación de tecnologías sanitarias.
Sin embargo, este RD nacional tiene el propósito de complementar el marco establecido en aspectos que, según las fuentes del Ministerio consultadas por El Globalfarma, “por su naturaleza competencial, corresponden al ámbito nacional y no están recogidos en la normativa comunitaria”. Así, se incluirán directrices más específicas sobre cómo se deben tratar los posibles conflictos de interés y cómo estos deben ser evaluados durante el proceso de toma de decisiones.
También, las citadas fuentes han anunciado que el Real Decreto “se encuentra en la fase final de tramitación previa a su remisión al Consejo de Estado”. Este paso es crucial para su revisión legal antes de entrar en vigor, lo que se prevé que suceda “durante el último cuatrimestre del año”.
Además, afirman que el Real Decreto al que se hace referencia “se trata de una disposición que, si bien no se centra exclusivamente en los conflictos de interés, establece los principios y directrices para su adecuada consideración en los procesos de evaluación, los cuales sirven de base para la toma de decisiones en el ámbito sanitario”.
En este contexto, el impacto sobre la industria farmacéutica ha sido un tema de debate desde que se anunciaron los avances en la tramitación del RD. Aun así, desde el Ministerio apuntan que “la memoria del análisis de impacto normativo incluye un estudio detallado al respecto”. En base a ello, han asegurado que no se espera que las nuevas disposiciones generen “efectos significativos sobre el sector”.
En definitiva, la introducción de este Real Decreto de Evaluación de Tecnologías Sanitarias parece ser un paso clave que marcará una modificación rigurosa en el sistema de evaluación sanitario de España. Si bien las expectativas son altas, el Ministerio asegura que se trata de un enfoque equilibrado que no perjudicará a la industria farmacéutica, sino que favorecerá la transparencia y la calidad en la toma de decisiones clave para el bienestar de los ciudadanos.
Fuente: El Global Farma