Un post es un Post

Lo cierto es que no pretendo ser el ave de mal agüero de las referencias del buenismo, todo lo contrario, pero este fenómeno se ha convertido en algo inquietante porque mientras se recomienda ser un pastelón merenguero,  currante a tope y más disciplinado que el sargento de hierro, la máxima en la vida real sigue siendo “cuantas más hijoputeces haces, más posibilidades de éxito tienes” A nadie se le ocurre pensar que Bill Gates o Amancio Ortega han llegado a sus fortunas a base de “perdón, discúlpeme, no quería molestarle” y si alguien lo piensa, que se lo haga mirar.

Es tanto el volumen de frases y sentencias del buenismo, que he preferido enmarcarlas en cuatro tipos según la dificultad que representa conocer el misterio que encierran

1. Postrampantojo (nivel de dificultad bajo).

Frases sencillas que quieren decir una cosa pero en realidad puedes utilizarlas para otra

Ejemplo “Toda persona debe mirar a lo largo de su vida en cinco direcciones: Adelante para saber a dónde se dirige, detrás para recordar de dónde vienes, debajo para no pisar a nadie, a los costados para ver quién lo acompaña en los momentos difíciles, arriba para que sepa que siempre alguien lo mira y lo está cuidando”

Este tipo de frases encierra la sabiduría de nuestras abuelas y de nuestras madres, que nos han dado cariño a rabiar pero nos han enseñado poquito, o nada, de la vida en cuanto a la jodienda laboral. Frases  que puedes aprovechar para asegurarte ser un pringado en los negocios o para algo productivo en tu vida diaria como no tropezar con nadie que venga de frente, ver si alguien te sigue, no pisar una mierdecilla, comprobar que no viene ningún coche al cruzar la calle y controlar que ninguna paloma se te "jiñe" encima. El resto es fantasía.

1. Postmoralina (nivel de dificultad medio)

Son frases que pretenden hacer del supuesto descarriado un individuo mejor  

Ejemplo “No abuses de las personas buenas, porque pueden perdonar mil veces, pero cuando deciden irse no vuelvan mas”.

Son las que más me inquietan y me producen una cierta desazón emocional porque son fáciles de entender pero incluyen, en el mismo texto, lo amoral y lo moral. Basta con valorar la frase del ejemplo y ver que tiene mucho peligro.

Primero.- Da por hecho que hay personas que abusan de otras personas (comienza bien la moralina).

Segundo.- Al parecer aunque abuses de ellas, como son buenas y tontinas, pueden aguantar cantidad de estopa.

Tercero.- Da a entender que a las personas que no te parezcan buenas tienes libertad para darles caña.

No quisiera desanimar a nadie, pero si dar un consejo a quien utilice este post para enderezar su vida.....abusar de la gente, sea buena o mala, es un delito desde la primera vez, pero si lo haces mil veces estás en serio riesgo de clausura en Alcalá Meco.

1. Postreflexión (nivel de dificultad alta)

Frases que cuando las lees automáticamente piensas…¡Reflexión profunda como el agujero del ombligo!

Ejemplo “Podrás recorrer el mundo pero tendrás que volver a ti”

Son frases que están sacadas de una canción pastelera o las han dejado escritas quinceañeros, en plena pubertad, en la mesa de clase del instituto de turno. Moralina y emoción a calderos pero ningún sentido práctico. Puff

1. Postelosplico (nivel de dificultad extrema)

Este tipo de frases son las que me pierden. Son como un Sudoku extremo. Creo, no estoy seguro, que están realizadas juntando palabras al azar. Y si no es así,  es que están diseñadas para mentes megaprivilegiadas… y no es mi caso porque voy justito para entenderlas

Ejemplo “Conocí mi segundo nacimiento cuando mi alma y mi cuerpo se amaron y casaron. Gibrán Khalil Gibrán” (poeta libanés)  

Frases del tipo esfuérzate tu en entenderlas porque a mí me da la risa. Suelen estar escritas por grandes pensadores, poetas, líricos, incluso algún que otro político, después de calzarse unas cañas  ¡Cuánto tiempo libre!

En ocasiones las frasecitas causan un efecto contrario al que pretenden.  A mi me ha pasado y he sentido un cierto desasosiego al intentar verme reflejado en ellas y constatar que soy una especie de inútil, sin corazón, sin amigos y sin destino ¿por qué?  porque según estas sentencias

No soy creativo, porque no pinto fuera de las líneas, ni cambio constantemente mi forma de pensar.

No soy feliz, porque a veces discuto con la gente

No sé elegir objetivos, porque no sé perseguir conejos (paso de hacer comentarios)

No soy un líder, porque no huelo a tocino (no duermo pensando en la relación que existe entre un líder y el tocino,  pero el post existe)

Si no sonrío haré saber a todos que hoy soy menos fuerte que ayer

No voy a tener éxito, porque en la rueda de “Piensa, crea, intenta, haz, falla, vuelve a intentar, haz otra vez, haz otra vez, sigue haciendo = Éxito” En el cuarto “Haz” ya voy un pelín cansado y prefiero tomarme la siesta viendo a Jordi Hurtado

Y no digo yo que esté mal reflexionar, pero un ratito, porque lo mucho cansa y el exceso aburre. Por eso me atrevo a decir ¡¡A tomar Próculo (Proculus Verginius Tricostus Rutilus, cónsul romano en 486 a. C.) y vive la vida sin post!!

No quisiera, bajo ningún concepto, ofender ni menospreciar a toda esa gente, que de buena fe, inserta frases en las redes sociales para hacer un mundo mejor, una sociedad más justa o que simplemente pretende animar a los hombres y mujeres a ser mejores personas y profesionales. Espero no haberlo hecho.

He de confesar que yo también inserto algún que otro post, y estoy pendiente del número de visualización, de quién las comenta y de cuántos las reenvían a sus redes… pero he de aclarar que son sobre problemas matemáticos que tienen mucha aceptación entre los que buscamos ser los coquitos de la comunidad.

J.Sánchez