La Comisión Europea (CE) ha puesto en marcha la convocatoria de datos para una evaluación del impacto, lo que en la práctica española viene a denominarse el periodo de consulta pública previa de la Ley de Biotecnología para la Unión Europea, uno de los pilares sobre el que el Ejecutivo Europeo quiere construir el nuevo entorno investigador y de competitividad del sector biosanitario y que forma parte de las Orientaciones Políticas de la Comisión Europea para 2024-2029, anunciadas al inicio del nuevo periodo por la presidenta de la CE, Ursula von Der Leyen.
El periodo de consultas permanecerá abierto hasta el próximo 11 de junio. Esta evaluación se incorporará a la propuesta de la Comisión, para una ley que previsiblemente verá la luz en el tercer trimestre de 2026.
El objetivo general de la iniciativa es mejorar el tamaño y la competitividad del sector de la biotecnología en la UE, manteniendo al mismo tiempo altos niveles de seguridad. Con la evaluación del impacto que acaba de convocar la Comisión espera obtener respuesta y comentarios del sector en torno a cinco pilares.
En primer lugar, desde la CE se esperan aportaciones en cuanto a la rapidez y en el acceso a la innovación, así como en los procedimientos de simplificación del marco regulador, incluidos los procedimientos de evaluación de riesgos.
En esta cuestión Europea quiere hacer frente a una demanda del sector en relación a acelerar el el desarrollo y la aprobación de productos biotecnológicos y comercializarlos. A este respecto Europa recuerda que se “han iniciado varias actividades para abordar este objetivo a través de propuestas ya adoptadas por la Comisión, como la reforma de la legislación farmacéutica (por ejemplo, evaluación de riesgos proporcionada y plazos reducidos de acceso al mercado, entorno de pruebas) y la legislación propuesta sobre plantas obtenidas mediante determinadas técnicas genómicas nuevas”.
Por otro lado, la consulta busca propuestas en torno a la financiación. En este ámbito recuerda que el capital tolerante al riesgo “es esencial para el desarrollo de la industria biotecnológica”, si bien abre la puerta también a “ mejorar las actividades públicas existentes, los incentivos y los regímenes de financiación ofrecidos en el marco de los programas de la Comisión”
Así mismo se hace una llamada a aportar ideas en relación a todo aquello que pueda contribuir a que “las empresas, en particular las empresas derivadas, las empresas emergentes y otras pymes, prosperen en Europa”.
Junto a ello, la iniciativa hace plantea la formación y a la atracción del talento y finalmente demanda la presentación de propuestas en relación al uso del dato y la IA en el sector de la biotecnología.
La Eurocámara pide ambición
El periodo de consultas abierto por la Comisión coincide prácticamente en el tiempo con el debate abierto ya en el Comité de Salud Pública del Parlamento Europeo, que ha aportado ya su primer informe, cuya ponente es la eurodiputada Margarita de la Pisa Carrión (Vox). Dicho informe plantea a la Comisión “una hoja de ruta ambiciosa”, al tiempo que advierte de los riesgos éticos y de seguridad asociados a las nuevas tecnologías y reclama una supervisión sólida que evite la discriminación genética y garantice la dignidad humana.
Igualmente aboga por la simplificación del marco normativo, acelerar la innovación y garantizar un desarrollo ético de las tecnologías aplicadas a la salud.
Fuente: Diario Farma