La Asociación Española de Bioempresas (AseBio) y Biocat presentaron las últimas novedades de Biospain 2025 el mayor evento biotecnológico nacional, y uno de los referentes a nivel internacional, que tendrá lugar en Barcelona los días 7, 8 y 9 de octubre. Bajo el lema ‘Global crossroads, local vibes’ Biospain reafirma su misión de conectar la biotecnología con el mundo, sin perder la riqueza y el talento de su entorno local.
La presidenta de AseBio, Rocío Arroyo comentó durante la bienvenida que el objetivo de este gran evento es, “acelerar las soluciones transformadoras del país, de la salud, alimentación y sostenibilidad, que se desarrollan de manera local y que tiene vocación internacional. Lo define muy bien ese “mantener” nuestras raíces, compartiendo lo que se hace aquí para compartir con el resto del mundo”, dijo.
Arroyo destacó, que el foco del programa de Biospain se ha puesto en las aplicaciones de las tecnologías sanitarias, “desde las primeras fases para alinearnos con la realidad del sistema sanitario”. También se tratará el impacto de la inteligencia artificial en la investigación clínica, la biotecnología aplicada a la agricultura regenerativa y el contexto regulatorio europeo en lo que se refiere a las nuevas técnicas genómicas y la legislación farmacéutica.
Este año habrá un espacio diferenciado destinado a las empresas de los sectores relacionados con la biotecnología agrícola, alimentaria e industrial el ‘Green Innovation Forum’, “que va a mostrar como la biotecnología verde tiene esa capacidad de transformar muchos retos del país como herramienta clave en la transición hacia un modelo económico más sostenible neutro en carbono y ecológico”.
BIOSPAIN 2025 incluye 60 sesiones que abordarán los últimos avances en genómica, edición genética (Crispr), terapias oncológicas e inmunoterapias, así como biología sintética.
Durante la presentación Ion Arocena, director general de AseBio estableció un debate con Marina Pollán, directora del Instituto de Salud Carlos III (ISC-III), Carles Fàbrega, director de Hipra Human Health e Isabel Portero, CEO de Biohope, en el que se trató, ‘El papel de la industria biotecnológica frente a la autonomía estratégica de la Unión Europea’.
En este sentido, Isabel Portero fue muy clara en su mensaje, para ella la biotecnología es vital, “Europa tiene que creerse como región y tenemos capacidad de montar toda la cadena de valor como hicieron los estadounidenses en el siglo XX. Podemos inventar, desarrollar y llevar adelante, la innovación creada en Europa y hacer el camino de vuelta, es decir, llevar nuestra innovación hacia América y Asia lo que supone, bajo mi punto de vista, un cambio de mentalidad y de paradigma”, dijo.
Por otra parte, Carles Fàbrega comentó que, en los 50 años de vida de la compañía, han llevado a cabo en el ámbito de la salud animal; investigación, innovación y han desarrollado productos innovadores y fabricados 100% en Europa. En el contexto de la emergencia del covid-19 decidieron dar el paso y empezar a desarrollar productos para la salud humana, “nos sentimos cómodos replicando este modelo. En Europa existen empresas con capacidades parecidas y si creamos un ecosistema, que favorezca esto, dejaremos de ser fabricantes y productores de innovación de terceros y pasar a ser más proactivos”, aseguró el director de Hipra Human Health.
Marina Pollán explicó en cuanto a la transferencia de la ciencia a la innovación, que no son meras agencias financieras, sino que se consideran figuras clave como redes de colaboración y siempre considerando la investigación como punta de lanza, que permite mejorar el sistema. “Existe un cierto desconocimiento por parte de los investigadores del camino que hay que recorrer desde que ven una necesidad, tienen la idea, lo incluyen en un estudio y se puede transferir”. Por otro lado, explicó que el ámbito regulatorio es muy exigente y también hay desconocimiento de lo que supone. “Es un largo camino en el que hay que obtener unos estándares, que no siempre son fáciles”, indicó la directora del ISC-III.
El segundo bloque del debate trató sobre la regulación e innovación en biotecnología. En este sentido, las pequeñas y medianas empresas (Pymes) se enfrentan a mayores barreras dentro de la complejidad de las relaciones europeas. Por eso, Isabel Portero manifestó el gran problema del ‘proteccionismo’ en el que se trata igual, desde la Administración Pública, a una gran corporación multinacional, que a una empresa mediana local o a una Pyme.
La CEO de Biohope comentó que una medida importante para que una Pyme de biotecnología acierte en su enfoque, es el diálogo, “extremadamente útil sería la posibilidad de sentarse para tener un diálogo interactivo con los organismos reguladores. No para que sean consultores, pero si para poder plantear las propuestas y tener un cierto debate que pueda ayudar a orientar las cosas”. En este sentido, explicó que este tipo de consultas existen parcialmente en el campo del desarrollo de medicamentos, pero no en el desarrollo de productos de diagnóstico invitro.
Al respecto de los cambios regulatorios, Carles Fàbrega expuso el debate que existe sobre la agilidad y el rigor científico de los productos, que llegan al mercado. Puso de ejemplo el establecimiento regulatorio que se llevó a cabo durante el covid-19, “se establecieron mecanismos de compra y financiación en el desarrollo de vacunas. Es decir, que en la presión de la pandemia se encontraron soluciones, no deberíamos esperar otra pandemia porque muchos productos pueden morir por el camino”, indicó el director de Hipra Human Health.
Por su parte, María Pollán comentó las medidas de apoyo del gobierno hacia la colaboración público-privada, que garantizan el acceso de la innovación de las compañías al mercado.
En este sentido, la directora del Instituto Carlos III explicó que hay dos, por una parte, el apoyo a la financiación de la investigación, que es fundamental para cumplir con los estándares regulatorios, “la razón fundamental es que en Europa el sector de inversión privado es bastante conservador y suele comenzar a invertir cuando el riesgo de fracaso tecnológico va quedando atrás, por lo tanto, el camino anterior se financia con el apoyo público”.
La segunda opción es la compra pública innovadora, que es un concepto en el que se establecen mecanismos que faciliten la entrada de la innovación en biomedicina en los sistemas de salud. “Para mí, este concepto me parece que esta poco articulado. Creo que se debería poner más foco, más intención y desarrollarlo, porque sería una ayuda como palanca que permite hacer una entrada mucho más fácil y menos costosa en la innovación”, aseguró.
Para concluir, el director general de Biocat, Robert Fabregat agradeció el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona y de la Generalitat de Cataluña por esta duodécima edición de Biospain, que se lleva a cabo en Barcelona, uno de los hub en salud más importantes de Europa, “Tenemos que desacomplejar que desde aquí somos capaces de afrontar grandes retos. No solo ser reactivos y esperar a que nos digan cómo tener que hacer las cosas, sino que tenemos capacidades suficientes para ponernos nosotros delante y liderar estas grandes preguntas, ahora quizás sin respuesta, pero tenemos capacidad para generar debate. Biospain crea conexiones con una visión europea, crea diálogos y colaboraciones, que salen de estos encuentros”.
Cabe señalar que el ISC-III acudirá a Biospain 2025 acompañado de su entorno innovador, integrado por el Consorcio CIBER, la Fundación CNIO y la Plataforma ITEMAS. A través de estas entidades, el Instituto presentará programas orientados a acercar al mercado tecnologías con potencial de desarrollo industrial, así como estrategias para mejorar la transferencia de los proyectos de investigación financiados, reforzando la colaboración público-privada en el ámbito de Horizonte Europa.
La edición de 2025 aspira a superar los récords alcanzados en 2023, cuando Biosopain reunió a más de 2.200 asistentes de cerca de 1.000 empresas de 34 países y generó más de 5.000 reuniones one-to-one. Entre las principales novedades de este año destaca el “Green Innovation Forum”, un espacio diferenciado que permitirá agendar reuniones estratégicas, presentar proyectos innovadores y abordar debates clave sobre biotecnología y economía verde. Asimismo, Barcelona, tras el éxito de ediciones anteriores, ha sido confirmada como sede para las futuras convocatorias de Biospain en 2027 y 2029, consolidándose como uno de los principales hubs europeos en salud e innovación.
Fuente: Diario Farma