La brecha histórica en inversión per cápita en Sanidad se va haciendo cada vez más grande. Entre la comunidad que más invierte y la que menos destina por habitante hay una diferencia que, lejos de reducirse, se amplía de manera significativa en 2025 y acelera la creación de diferencias.
Según los datos provisionales de presupuestos iniciales de Sanidad, publicados por el Ministerio de Sanidad, Asturias encabeza el gasto per cápita con 2.436 euros, mientras que Cataluña se sitúa como la región con la menor inversión relativa, con 1.442 euros por habitante. Esta diferencia alcanza el 68,93%, la cifra más alta registrada en los últimos dieciocho años.
El análisis de la serie histórica muestra cómo esta disparidad ha ido creciendo. En 2007 la diferencia era del 28,8%, pero desde entonces ha ido variando al alza, superando el 50% en 2010 y alcanzando máximos superiores al 60% en los últimos años. Esta tendencia refleja un proceso de divergencia entre territorios que, de consolidarse, más allá de estar justificado por cuestiones demográficas, podría tener implicaciones importantes en la equidad del acceso y la calidad de la atención sanitaria en España.
Estas cifras, no obstante, poco tienen que ver con la realidad para algunas de las comunidades autónomas. En 2023, de acuerdo con la Estadística de Gasto Sanitario Pública (EGSP), se destinaron a Sanidad un total de 91.003 millones de euros, cuando los presupuestos iniciales de las comunidades autónomas fue de 79.337 millones. Un diferencial del 13,4% que genera dificultades de gestión y déficit, pero que no es corregido año tras año por las comunidades autónomas. Las comunidades con mayor diferencia entre los presupuestos y el gasto real per cápita fueron Murcia (40,8% de diferencia) siendo la región con mayor inversión real por habitante; Cataluña (34,5%) y Madrid (28,1%). El resto, con excepción de Canarias (13,5%) y Cantabria (11,2%) se encuentran por debajo del 10% de desviación y en el caso de Extremadura, habrían tenido superávit de un 1,2%.
Las diferencias entre la inversión real máxima y la mínima por habitante se reducen un poco respecto de la inversión presupuestada. Así, el País Vasco, con 2.200 euros lideró en 2023 el gasto, mientras que a la cola se situó Andalucía con 1.642 euros, una diferencia del 34%.
Revisando las grandes cifras de los presupuestos iniciales, Andalucía lidera los presupuestos en términos absolutos, con un gasto sanitario que alcanza los 15.282 millones de euros, lo que supone un significativo incremento del 7,38% respecto al ejercicio anterior. Este aumento también se traduce en una mejora notable en la inversión per cápita, pasando de 1.649 euros a 1.764 euros por habitante, posicionándose así como la comunidad que más incrementa su partida sanitaria.
En cuanto a inversión por habitante, Asturias lidera la clasificación con 2.436 euros por persona, seguida por el País Vasco con 2.305 euros, Extremadura con 2.259 euros y Navarra con 2.211 euros. Todas ellas superan ampliamente la media nacional, que se sitúa en los 1.757 euros por habitante.
Sin embargo, no todas las comunidades muestran tendencias positivas en su financiación sanitaria. Castilla-La Mancha presenta una reducción significativa del 3,7%, disminuyendo su presupuesto de 3.913 millones en 2024 a 3.768 millones en 2025, con una caída paralela en la inversión por habitante, que pasa de 1.859 a 1.777 euros, una bajada del 4,4%. Murcia también reduce ligeramente su presupuesto en un 0,2%, quedando en 2.504 millones de euros.
La Comunidad Valenciana registra un modesto incremento del 1,6%, situándose su presupuesto sanitario en 8.638 millones de euros. Galicia también refuerza su apuesta sanitaria con un incremento más sustancial del 5,1%, alcanzando un total de 5.458 millones de euros, lo que indica una apuesta decidida por reforzar la infraestructura sanitaria.
Extremadura aumenta ligeramente su inversión, con un presupuesto de 2.378 millones de euros y un gasto por habitante que alcanza los 2.259 euros, mientras que comunidades más pequeñas como La Rioja presentan presupuestos más discretos, aunque igualmente en alza, con un aumento del 3,1% hasta los 629 millones de euros.
Fuente: Diario Farma